Tras su operación, Vilanova regresa al banquillo del Barça en el derbi
El Camp Nou le dará su cariño y el equipo buscará un nuevo triunfo que dedicarle
El Espanyol, que empató en el Bernabéu, confía en puntuar y salir del descenso
Barça y Espanyol se enfrentarán hoy (19.00 h./Canal+Liga, GolT) en el Camp Nou en un derbi en el que un nombre propio será protagonista por encima de todos los demás: Tito Vilanova.
Si no hay ningún contratiempo de última hora, el entrenador azulgrana
estará en el banquillo después de haber sido operado, el pasado 20 de
diciembre, por una extensión del tumor que se le extirpó en 2011 en la
glándula parótida. Una noticia que conmocionó al barcelonismo dado el
impacto de la misma y, también, porque era la segunda ocasión en que la
enfermedad golpeaba a Vilanova y la cuarta en que lo hacía al equipo, dado que antes Eric Abidal también se había visto afectado por un cáncer de hígado en dos ocasiones.
Hoy, por tanto, todos los ojos estarán pendientes de Tito, Vilanova. Pese a la operación a la que fue sometido, el entrenador no ha dejado ni un cabo suelto en el trabajo previo al partido. Primero se coordinó con su segundo, Jordi Roura, para planificar el regreso a los entrenamientos tras el paréntesis vacacional navideño. Después, ya en primera persona, ha supervisado en la Ciutat Esportiva la preparación del choque de hoy.
Un encuentro al que Vilanova le da mucha importancia dado que tiene especial prevención con los partidos que llegan tras un parón por selecciones o por vacaciones de Navidad. Es su quinto año en el primer equipo azulgrana -los cuatro anteriores como segundo de Pep Guardiola- y sabe que lo peor que le puede suceder a un equipo enrachado es que le corten el ritmo. Y eso es lo que ha sucedido con el Barça por culpa del parón navideño. Un equipo que lidera la Liga de forma apabullante con 9 puntos de ventaja sobre el segundo, el Atlético de Madrid, y con 16 sobre el Madrid. Por tanto, la intención es recuperar esta tarde esa velocidad de crucero que también sirvió para vencer cómodamente al Valladolid en el último partido de 2012, el día en que el equipo dio su apoyo a Tito Vilanova con una camiseta dedicada a él.
Y si 16 puntos es la distancia que separa a los azulgrana del Madrid, 34 son los que le saca al Espanyol tras haberse disputado tan sólo 17 jornadas de Liga. Los blanquiazules llegan al Camp Nou en zona de descenso pero también en línea ascendente tras la llegada de Aguirre en sustitución de Pochettino y, aunque saben que es complicado, no descartan dar la sorpresa en el Camp Nou. Para soñar con ello se aferran al empate que sacaron en el Bernabéu, ya con Aguirre en el banquillo, en la jornada 16.
Sólo una duda
El Barça afrontará el derbi con toda su artillería a tope. Sólo Adriano es duda y las únicas bajas son de larga duración y ya conocidas: Abidal, Cuenca y Muniesa. Messi, tras marcar 91 goles en 2012, ya sabe dónde está el listón para superarse en 2013. En el Espanyol, la baja también conocida en la portería de Cristian Álvarez será cubierta por el gran héroe del empate del Bernabéu, Casilla.
El derbi se disputa a las 19 horas, en un horario idóneo para que los socios del Barça le pongan un magnífico colofón al día de Reyes con un gran partido que, además, es el aperitivo de otra jornada histórica: la de mañana, en la que se entrega otro Balón de Oro que podría caer del lado azulgrana. Un día, el de hoy, especial sobre todo para Tito y en el que, pese a no desearlo, será el protagonista. Al menos, hasta que ruede el balón.
Hoy, por tanto, todos los ojos estarán pendientes de Tito, Vilanova. Pese a la operación a la que fue sometido, el entrenador no ha dejado ni un cabo suelto en el trabajo previo al partido. Primero se coordinó con su segundo, Jordi Roura, para planificar el regreso a los entrenamientos tras el paréntesis vacacional navideño. Después, ya en primera persona, ha supervisado en la Ciutat Esportiva la preparación del choque de hoy.
Un encuentro al que Vilanova le da mucha importancia dado que tiene especial prevención con los partidos que llegan tras un parón por selecciones o por vacaciones de Navidad. Es su quinto año en el primer equipo azulgrana -los cuatro anteriores como segundo de Pep Guardiola- y sabe que lo peor que le puede suceder a un equipo enrachado es que le corten el ritmo. Y eso es lo que ha sucedido con el Barça por culpa del parón navideño. Un equipo que lidera la Liga de forma apabullante con 9 puntos de ventaja sobre el segundo, el Atlético de Madrid, y con 16 sobre el Madrid. Por tanto, la intención es recuperar esta tarde esa velocidad de crucero que también sirvió para vencer cómodamente al Valladolid en el último partido de 2012, el día en que el equipo dio su apoyo a Tito Vilanova con una camiseta dedicada a él.
Y si 16 puntos es la distancia que separa a los azulgrana del Madrid, 34 son los que le saca al Espanyol tras haberse disputado tan sólo 17 jornadas de Liga. Los blanquiazules llegan al Camp Nou en zona de descenso pero también en línea ascendente tras la llegada de Aguirre en sustitución de Pochettino y, aunque saben que es complicado, no descartan dar la sorpresa en el Camp Nou. Para soñar con ello se aferran al empate que sacaron en el Bernabéu, ya con Aguirre en el banquillo, en la jornada 16.
Sólo una duda
El Barça afrontará el derbi con toda su artillería a tope. Sólo Adriano es duda y las únicas bajas son de larga duración y ya conocidas: Abidal, Cuenca y Muniesa. Messi, tras marcar 91 goles en 2012, ya sabe dónde está el listón para superarse en 2013. En el Espanyol, la baja también conocida en la portería de Cristian Álvarez será cubierta por el gran héroe del empate del Bernabéu, Casilla.
El derbi se disputa a las 19 horas, en un horario idóneo para que los socios del Barça le pongan un magnífico colofón al día de Reyes con un gran partido que, además, es el aperitivo de otra jornada histórica: la de mañana, en la que se entrega otro Balón de Oro que podría caer del lado azulgrana. Un día, el de hoy, especial sobre todo para Tito y en el que, pese a no desearlo, será el protagonista. Al menos, hasta que ruede el balón.